Viaje a la semilla
Autor: Luis Herrera Yanes.
Con la paciencia y laboriosidad de las hormigas las diestras manos del personal del laboratorio separan cada uno de los fragmentos de tejido celular de la mata original de plátano de la variedad FHIA 18 (fruta) para dar lugar a un embrión que en poco tiempo se convertirá en una nueva planta.
Mediante el proceso de reproducción in vitro que se lleva a cabo en la Biofábrica de Tres Palmas, en armónica combinación con el desarrollo por el sistema de yema en las variedades FHIA 21 (vianda) y yangambí (similar al manzano), el pequeño colectivo con las técnicas de la biotecnología se propone producir medio mellón de plantas de banano que posibilitarán cubrir con ese cultivo unas 125 hectáreas en el presente año.
Para el cumplimiento de su misión, como eslabón fundamental de de la agricultura en Sancti Spíritus, el Establecimiento Provincial de Semillas Varias cuenta también con una Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) estatal que dedica cerca de ocho caballerías de tierras cultivables a la obtención de simientes de frijoles, garbanzo, sorgo, habichuelas, quimbombó, acelga, lechuga, de la rama de las agámicas varetas de yuca y bejucos de boniato y más recientemente ha creado viveros ara reproducir posturas de plátano, fruta bomba, guayaba y mango.
Aunque esta unidad afronta dificultades con algunos insumos y tiene las tres turbinas rotas en estos momentos, situación que exige un apoyo inmediato, con miras igualmente a lograr que sus producciones sean rentables, firme aspiración de los 42 trabajadores a materializar en el 2006.
MAS DE 100 CAMPESINOS Y ENTIDADES COMO SOSTEN PRINCIPAL DEL SISTEMA
En los terrenos pardos con carbonato, ligeramente ondulados de su finca, allá en Cruz de Neyva, Cabaiguán, Antonio García, junto a sus hermanos e hijos han suscrito un compromiso de entrega a la entidad rectora de 500 quintales de fruta bomba, igual cifra de pepinos y 30 de garbanzo.
En un punto de la geografía taguasquense conocido por el nombre de Tres Guanos, otro campesino, Francisco Barroso, suscribió un contrato por 800 quintales de cabalaza, 300 de maíz, 150 de sorgo y 20 de frijoles. Como es tradición, la fuerza fundamental en la que descansa esta producción en gran escala es la familia, en este caso sus hijos que dan continuidad a la tradición campesina cubana. En los suelos pardos con carbonato de su hato se logran altos rendimientos por área.
Allá en el norteño municipio de Yaguajay, Juan Carlos Rodríguez, otro destacado campesino con ayuda familiar y un amplio uso del buey, sobre todo para cultivar las plantaciones, se especializa en la producción de granos. 800 quintales de maíz y 320 de frijoles saldrán de aquellos suelos ferralíticos rojos de las llanuras de Iguará, cuyos rendimientos agrícolas oscilan entre los 500 y 450 quintales por caballería, respectivamente.
“Surgida en 1963, nuestra empresa ha mantenido durante estos años magníficas relaciones con los campesinos. Es una fuerza muy laboriosa, con mucha experiencia en las labores de campo y una inteligencia natura, que pervive por la tradición familiar de generación en generación. Yo diría que alrededor del 80 por ciento de la semilla la producen ellos”, señala el ingeniero agrónomo Rigoberto Rodríguez y precisa:
“No es lo mismo producir alimentos para la población que desarrollar cultivos especializados para la obtención de semillas. En este último caso, además de garantizarle todos los recursos (pesticidas, fertilizantes, combustibles…) le brindamos asesoramientos técnico sistemáticamente, porque los sembrados exigen aislamiento total respecto a variedades de la misma especie, para evitar los cruzamientos a través de la semilla botánica por la acción de viento, los insectos y los pájaros y también el Centro de Certificación de Semillas de Sanidad Vegetal lleva un estricto control para evitar la infestación con enfermedades cuarentenazas”.
Julio Ramírez Obregón, quien fuera durante mucho tiempo jefe del departamento comercial del Establecimiento Provincial de Semillas Varias de Sancti Spíritus, -ahora jefe de los aseguramientos-, dice que esa entidad le vende anualmente a los productores estatales y privados de los ocho municipios espirituanos unos 30 000 quintales de semillas de granos y frutales, y una considerable cifra de kilogramos de hortalizas y vegetales, además de 940 toneladas de simiente de papa de importación por un monto superior a los 5 millones de pesos.
Una nueva arista que se abre con buenas perspectivas –señala- es la exportación de semilla de fruta bomba de la variedad maradol. Tiene un excelente precio en el mercado foráneo actualmente de 880 dólares el kilogramo y a veces llega a cotizarse a 1200. El plan de este año es de 196 kilogramos pero estamos tratando de llegar a 250 en los contratos. Eso nos daría la posibilidad de ingresar unos 200 000 dólares en el 2006.
Granos, yemas, óvulos fecundados o simplemente tejidos celulares, estos últimos sometidos a tratamiento biotecnológico mediante cultivo in Vitro, vuelven a la tierra en embriones que germinarán y darán vida a millones, millones de nuevas plántulas para dar continuad a la producción agrícola en gran escala, sostén alimentario de una población que crece por día y exige más de los hombres y mujeres que asisten en cada jornada al parto de la tierra para que en Cuba no haya familias hambrientas como en otras latitudes del planeta.
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